martes, 21 de mayo de 2013

LA RAZÓN DEL SIN RAZÓN

Con esa media copa de vino
y ese brillo en los ojos
con tu sonrisa picara 
y mis manos a tu antojo
con tanto que sacar y sin prisas
con miradas tiernas y risas.
Los dulces besos que serenan las aguas del alma
e inquietan a los amantes
que lia al guerrero con su espada.
Sin puesto que la nada 
sin más cuadrilátero que una cama.
Ni tan sanos ni tan enfermos
me invitas a beber de la miel de tus pecados
y mi boca esta de fiesta
bebiendo en el cántaro del peregrino
lo que ya no son lagrimas, sudor o vino.
Perdido en ese mar, tranquilo pero bravío 
mitad capitán, mitad polizón 
cobarde pero valiente
naufrago en un mar caliente.
Perdido y despreocupado
encuentro la razón de mi desahucio
tanto sudor, tanto cansancio
la pena de la alegría de poder sentirte mía.
Por eso sos mi faro de Alejandría,
mi tristeza y alegría
una luz de medio día, 
un puerto que atracar
una pizzeria en el mar
la razón del sin razón
y no solo en el corazón, 
también te guardo en mi mente,
mujer de pechos calientes y de la mirada fría.